Ejercicio físico y Deporte


Ejercicio físico y Deporte

 
¿Sabes cómo hay que actuar ante una crisis convulsiva?
Nosotros te enseñamos
Pelicula larga
  • Pelicula corta
  • Otras páginas que quizás te puedan interesar:
    Qué es la epilepsia
    Urgencias médicas en la epilepsia
    Qué es la epilepsia
    Epilepsia y Mujer
    Tipos de crisis epilépticas
    Descripción de los distintos tipos de epilepsia y síndromes de epilepsia
    Comienzo del tratamiento y reacciones adversas

    Epilepsia y Educación
    Psicología y Neuropsicología en la epilepsia

    En el pasado se restringía la actividad física y el deporte en las personas con epilepsia por el miedo a las lesiones o a la inducción de crisis. Los estudios han demostrado que la actividad física, en general, no es un factor inductor de crisis y que puede producir beneficios en el control de las mismas. Además, la práctica de ejercicio tiene efectos muy positivos en el control de las comorbilidades presentes en las personas con epilepsia: mejora la calidad del sueño y disminuye la ansiedad y la depresión, evita el sobrepeso y la obesidad y mejora la salud ósea. Las recomendaciones para la realización de ejercicio físico y deporte deben hacerse extensibles a todas las personas con epilepsia, incluyendo niños y adolescentes.

    Hay evidencia científica de que el ejercicio físico practicado de manera regular mejora la autoestima, las relaciones sociales y la salud en general.

    Sin embargo las personas que sufren crisis epilépticas deben tomar precauciones y evitar los deportes de alto riesgo. Como en cualquier actividad hay que usar el sentido común y valorar el riesgo de lesión en caso de crisis epiléptica.

    Clasificación de las actividades deportivas según el riesgo

    La Liga Internacional contra la Epilepsia (ILAE) divide los deportes en varios grupos dependiendo del riesgo que suponen para el paciente y en ocasiones para los espectadores:

    1. Riesgo bajo: Incluye deportes que no suponen riesgo adicional y que se pueden permitir, en general sin restricciones, en las personas con epilepsia. Por ejemplo el tenis, el golf, la danza, los deportes de equipo (fútbol, baloncesto, balonmano, etc.), el esquí de fondo, jugar a los bolos, etc. En general, no hay contraindicación para la realización de deportes de contacto, excepto el boxeo. Tampoco hay restricciones para la realización de deportes aeróbicos (correr, bicicleta estática, gimnasia que no implique altura) con el uso de equipamiento adecuado.

    2. Riesgo moderado: Incluye deportes que suponen un riesgo moderado para el paciente como la natación, el hockey sobre hielo, montar a caballo, el ciclismo, el patinaje, el levantamiento de pesas, el esquí, el atletismo de alta intensidad, etc. En estos deportes existe peligro en caso de pérdida de conciencia o de equilibrio. Por lo cual hay que valorar el riesgo teniendo en cuenta el tipo de crisis y su frecuencia.

    Se deben de realizar con las medidas protectoras adecuadas y estando acompañado.

    Puede montarse a caballo como terapia con la supervisión adecuada de personal entrenado.

    Natación y deportes de agua. Hay riesgo de ahogamiento en caso de crisis epiléptica por lo cual solo puede realizarse bajo estricta vigilancia por profesionales entrenados en reanimación cardiopulmonar que conozcan la condición del paciente. No se debe nadar o practicar deportes acuáticos en aguas abiertas.

    3.Riesgo alto: Incluye actividades de alto riesgo como pilotar aviones, el submarinismo, deportes de motor, la escalada, el parapente, el paracaidismo, el surf, el windsurf, etc. Este tipo de actividades no lo deben realizar las personas que padecen epilepsia.

    En general, existe el consenso de que hay que promover el ejercicio físico y el deporte en las personas con epilepsia controlada (sin crisis durante más de 1 año), con la excepción de aquellas actividades incluidas en riesgo alto.

    Para aquellos pacientes con epilepsia no controlada, las restricciones se aplicaran según el tipo de crisis tras sopesar los riesgos y beneficios de la práctica del deporte o actividad física concreta.

    En conclusión, la persona con epilepsia puede realizar la mayoría de sus actividades sin restricción, con algunas precauciones para evitar accidentes en el caso de crisis epilépticas. Cualquier duda acerca de una circunstancia concreta de su vida diaria debe ser consultada con su neurólogo.

    Compartir: