Cumplimiento del tratamiento

Es muy importante que se cumpla la pauta (posología) indicada por el neurólogo, tanto en el tratamiento de mantenimiento como cuando se inicia el fármaco (titulación). El número y momento de tomas necesarias al día de un fármaco depende de su vida media en el organismo y de sus posibles efectos adversos relacionados con la toma (dosis-dependiente o tipo A) por lo que cambiar la forma de administración sin conocimiento de su neurólogo o su médico de Atención Primaria puede ser perjudicial. En la epilepsia es crucial que las tomas diarias sigan un estricto horario pensado para cubrir el riesgo de crisis durante las 24 horas. Los errores de medicación u obviar voluntariamente tomas del tratamiento antiepiléptico son la primera causa de crisis epiléptica en pacientes que las tenían controladas.

Si un paciente tiene un vómito la toma debe repetirse si ha ocurrido en menos de media hora desde la toma del fármaco. En caso de intolerancia oral, siempre con conocimiento médico, se puede optar por múltiples tomas de dosis fraccionadas (siendo la cantidad final al día la misma que la prescrita) o por vía parenteral (disponible en determinados fármacos) en situaciones de ayuno obligado. La diarrea que se prolonga varios días puede disminuir la absorción de fármacos, por lo que el neurólogo ante esta circunstancia puede aumentar puntualmente las dosis.

Como se controla la eficacia de los fármacos antiepilépticos (FAE)

La efectividad de la terapia antiepiléptica se evalúa en consulta por la combinación del control de crisis (eficacia) y la ausencia de efectos adversos (tolerabilidad). Hay que tener en cuenta que un tratamiento puede disminuir la frecuencia de crisis de manera significativa (paciente respondedor a ese fármaco) pero no que cesen por completo. Si la consulta se limita a presencia o ausencia de crisis ese beneficio puede pasar inadvertido, de ahí la importancia que el paciente registre sus crisis (almanaque, libreta, móvil…). Por el mismo motivo es importante que refiera síntomas nuevos que pudieran corresponder a efectos adversos.

Determinación de niveles terapéuticos: Los niveles terapéuticos son los niveles plasmáticos que estadísticamente tiene los pacientes con buena respuesta en las crisis y no tienen efectos secundarios. No se realizan de manera rutinaria; solo en situaciones muy concretas y no están disponibles para todos los fármacos.

Electroencefalograma (EEG) de control como medida de eficacia: Al igual que con los niveles terapéuticos, en la mayoría de los casos la repetición ambulatoria de EEG convencionales no aporta información en cuanto al control de la epilepsia, excepto en algunas situaciones concretas.

 

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